Julian Jamal Jones

Al crecer en el lado norte de Indianápolis, estuve rodeado de una familia amorosa, una comunidad muy unida y una sensación de posibilidad.

Mi infancia fue hermosa, llena de tradiciones familiares y reuniones comunitarias que me mantuvieron firme y orgulloso de mis raíces. Pero a medida que crecí y comencé a crear arte, me di cuenta de que me faltaba algo crucial: una verdadera comprensión de la historia negra, particularmente aquí en mi ciudad natal.

Como adulto, me embarqué en un viaje para aprender sobre el tejido cultural que ha dado forma a la vida negra en Indianápolis durante generaciones.

Este viaje me enfrentó a historias que no había conocido por completo: las historias de resiliencia, creatividad y supervivencia de las comunidades negras frente a desafíos sistémicos. Una de las lecciones más reveladoras que descubrí fue la historia de Indiana Avenue, un próspero centro cultural y económico negro que rivalizaba con las escenas de jazz de Harlem y Chicago. La energía y la innovación de Indiana Avenue fueron incomparables, un faro de excelencia negra que iluminó la ciudad.

Sin embargo, también aprendí lo rápido que se borró esa historia.

La construcción de la I-65 y la I-70 atravesó estas vibrantes comunidades, desplazando a familias y desmantelando los negocios que habían prosperado durante décadas. A su paso, Indiana Avenue, un lugar que había criado a algunas de las mayores leyendas del jazz, fue reemplazada por estacionamientos y pasos elevados.

Esta historia no se trata sólo de la pérdida de edificios; se trata de la pérdida de cultura, identidad y comunidad.

Como artista, sentí la urgencia de explorar estos temas en mi trabajo.

Quería crear piezas que reconocieran la belleza y la resiliencia de las comunidades negras que me precedieron y al mismo tiempo desafiaran a los espectadores a enfrentar los impactos de la desigualdad sistémica. Mi proyecto reciente, “65/70 Riff”, es una expresión de esta exploración, creado en colaboración con Brian McCutcheon de Ignition Arts, y agradezco a Braydee Euliss, propietario y director de COMPANION, quien nos presentó y permitió que este trabajo se llevara a cabo.

A través de este trabajo, nuestro objetivo es conmemorar Indiana Avenue y el legado que contiene, mientras miramos hacia un futuro en el que Indianápolis reconozca y preserve la rica historia de sus comunidades negras.

“65/70 Riff” fusiona dos lenguajes visuales distintos pero conectados: los ritmos de improvisación del jazz y los bordes duros de la señalización de las carreteras. El jazz, en muchos sentidos, era el corazón de Indiana Avenue: un sonido, un movimiento y un símbolo de la creatividad y la resiliencia de los negros. La señalización de la carretera, por el contrario, representa las fuerzas estructurales que alteraron ese ritmo, marcando una división entre lo que alguna vez fue y lo que sigue siendo hoy. Al reunir estos dos elementos, “65/70 Riff” cuenta una historia de pérdida y recuerdo, pero también de esperanza y rejuvenecimiento.

El arte público tiene una capacidad única para honrar historias compartidas y fomentar la reflexión. Con “65/70 Riff”, quería crear una pieza que no solo reconociera lo que se perdió sino que también celebrara el espíritu de la Indianápolis Negra: la innovación, la fuerza y ​​los lazos inquebrantables de la comunidad. El arte es un medio poderoso para unir el pasado y el futuro, y mi esperanza es que esta pieza genere conversaciones sobre la importancia de preservar el patrimonio cultural de nuestra ciudad.

La Indianápolis en la que crecí es la misma ciudad que ahora espero impactar como artista. Esta ciudad me crió, me dio mi comienzo y, en última instancia, me enseñó el valor de la historia, tanto las historias con las que crecí como las que tuve que buscar yo mismo.

Mientras presentamos “65/70 Riff”, invito a la comunidad a unirse a mí para honrar el legado de Indiana Avenue y para imaginar una Indianápolis donde la historia no se olvide sino que se aprecie, y donde el arte continúe uniéndonos en un entendimiento y respeto compartidos. .

Al crear arte que refleje nuestra historia, mi objetivo es inspirar un futuro en el que reconozcamos y celebremos cada capa del pasado de nuestra ciudad. Indianápolis merece esta profundidad de recuerdo y reflexión, y estoy orgulloso de contribuir a ese viaje.