Agregar una lente sustentable
Si bien una forma de ser ecológico es mediante el uso de materiales reciclados, las pinturas no tóxicas brindan un medio adicional de expresión artística que es consistente con la preservación del medio ambiente.
Diana enfatiza el uso de materiales o químicos no tóxicos. “No compro lienzos ni acrílicos para mis obras de arte. Utilizo colores de piedra natural y colores de arcilla naturales, y los mezclo con polvo de semilla de tamarindo y goma arábiga”.
Sin embargo, el artista Maanas Udayakumar, que trabaja con pinturas al óleo y cerámica, tiene una perspectiva diferente de la sostenibilidad en el arte. “No veo que mi trabajo de cerámica o pintura al óleo se alinee con prácticas sustentables. Se suele decir que la cerámica es sostenible, pero yo siento todo lo contrario. Si bien la arcilla y otros materiales provienen de la tierra, una vez que se cuece, se vuelve no degradable. Esto genera muchos residuos, como el exceso de hormigón en la construcción”, afirma.
Muchos ceramistas, incluyéndome a mí, terminamos con piezas dañadas o rotas que simplemente se descartan. Si bien algunos de ellos se pueden reutilizar, como los trozos de cerámica rotos que se reutilizan para hacer azulejos, es una fracción muy pequeña”, añade el artista.
Para él, la creación de arte es un viaje espontáneo y personal, no impulsado por la intención de generar conciencia social o ambiental. Pero Maanas ha notado que muchos artistas vinculan su trabajo a causas políticas o ambientales, incluso cuando sus prácticas pueden contradecir esas mismas causas.
El arte como herramienta de cambio.
Según Reshma, no se trata sólo de crear productos ecológicos, sino también de animar a los consumidores a participar activamente utilizando y reutilizando estos artículos. “El arte puede desempeñar un papel importante en la sensibilización sobre la sostenibilidad, pero en última instancia, corresponde a los individuos actuar. Para mí, crear arte y juguetes consiste en fusionar la creatividad con la responsabilidad con el medio ambiente”, afirma.
En un mundo que se enfrenta a desafíos ecológicos urgentes, el arte sostenible ofrece un poderoso medio para el cambio. Tanto a través del mensaje como del medio, los artistas pueden inspirar comportamientos ambientales más responsables, impulsar el discurso público sobre la sostenibilidad y fomentar una conexión más profunda entre la humanidad y el planeta. A medida que este movimiento continúa evolucionando, el arte sigue siendo una fuerza vital y vibrante en la lucha por un futuro más verde.
¿Qué otra plataforma podría ser mejor para la acción y el cambio que la voz del arte?
Como concluye Diana: “En los próximos cinco años, no estoy muy segura, pero sí creo que el resultado o la ola será enorme, no sólo por mi parte o a través de mis curadurías, sino también por los crecientes avances tecnológicos y las preocupaciones ambientales. , la sostenibilidad va a ser el mantra. La gente no tendrá más remedio que prestar atención a los crecientes problemas del cambio climático y la pérdida de biodiversidad”.
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