La presentación de “Children of Dharma” de Ragamala Dance Company en Northrop el sábado ejemplificó cuánto aporta un gran diseño a una presentación en vivo. La actuación de bharatanatyam, que presenta historias de la antigua epopeya hindú, “El Mahabharata”, cobró vida gracias al diseñador de iluminación y escenografía Willy Cessa.
La escenografía de Cessa era engañosamente simple: colgaban del techo tiras rectangulares gigantes, de forma sutilmente irregular, que servían de telón de fondo. En la primera escena, las tiras aparecían en tonos de blanco, negro y gris, y evocaban una escena de bosque mientras se presentaba el personaje de Krishna (con narración en off de Leon Conrad).
Más tarde, se proyectaron sobre los fondos imágenes de dioses, esculturas antiguas encontradas en las torres de los templos y personajes de las historias, creando una apariencia tridimensional debido a la forma escalonada en que se colgaban las gotas. Además, las espectaculares especiales de iluminación, como un brillante cuadrado de luz en el suelo, se volvieron casi escultóricas.
Como Krishna, Garrett Sour emanó un aura hechizante desde el primer momento de la velada, cuando bailó solo en el escenario, acompañado por un canto de garganta grabado. Un poco más tarde, Sour se movía en cámara lenta con un enfoque preciso.
Krishna sirvió como narrador de las historias, con textos que a menudo contenían una lección, como un comentario sobre la naturaleza cíclica de la vida y la muerte. El texto realzado también insertó el juicio de Krishna sobre los otros personajes.
Ranee Ramaswamy y sus hijas Aparna y Ashwini, quienes cocrearon, cocoreografiaron y codirigieron “Children of Dharma”, bailaron papeles solistas en este estreno mundial que contó con un vigoroso juego de pies y un toque de percusión.
Con algunos momentos de sincronicidad pero más a menudo movimientos distintos que parecían contrastar entre sí como una llamada y respuesta, un dúo entre Aparna y Ashwini mostró una conexión eléctrica entre las hermanas. Más tarde, Ranee aprovechó las emociones extremas como el personaje de Gandhari, quien en un ataque de ira maldijo al dios Krishna tras la muerte de sus 100 hijos.
Además del canto de garganta grabado al final del espectáculo, un conjunto musical invisible interpretó una partitura en vivo durante todo el espectáculo, con composiciones originales de Ranee, el percusionista S. Sakthivel Muruganantham y Prema Ramamurthy.