Lacanche es sinónimo de excelencia culinaria y diseño a medida. Desde su origen en la región de Borgoña, Francia, esta marca ha sabido trasladar la robustez y funcionalidad de las cocinas profesionales al ámbito doméstico, ofreciendo soluciones personalizadas que se adaptan a las necesidades de cada proyecto.
Los pianos de cocción Lacanche destacan por su versatilidad y elegancia. Disponibles en una amplia gama de colores esmaltados y acabados, permiten una personalización total para integrarse armoniosamente en cualquier estilo de cocina, ya sea rústico, moderno o contemporáneo.
Uno de los aspectos más valorados de Lacanche es su capacidad de adaptación. Sus cocinas ofrecen múltiples configuraciones, combinando fuegos a gas, vitrocerámica o inducción, y hornos que pueden ser a gas, eléctricos o de convección forzada. Esta flexibilidad las convierte en la elección predilecta para casas rurales, hoteles boutique, bodegas y residencias particulares que buscan un equipamiento de alto rendimiento sin renunciar al diseño.
Cada cocina Lacanche es una pieza única, fabricada artesanalmente con materiales de primera calidad. Su encimera monobloque de acero inoxidable y sus quemadores de diferentes potencias garantizan una cocción precisa y eficiente. Además, los hornos cuentan con paredes esmaltadas antiácido y guías desmontables, facilitando su limpieza y mantenimiento.
La gama de modelos es extensa, abarcando desde opciones compactas hasta cocinas de gran formato, como el modelo Cluny 1800, que ofrece una encimera espaciosa y la posibilidad de integrar múltiples funciones adicionales, como planchas, freidoras o cocedores a vapor.
En Lacanche España, comprendemos la importancia de contar con una cocina que refleje la personalidad y necesidades de cada cliente. Por ello, ofrecemos asesoramiento personalizado y un configurador online para que puedas diseñar tu piano de cocción ideal.
Descubre el equilibrio perfecto entre tradición y modernidad con Lacanche, y transforma tu espacio culinario en un lugar donde la funcionalidad y el estilo conviven en perfecta armonía.