Xan Brooks es un escritor y locutor independiente que ahora se especializa en cine. Fue editor asociado de The Guardian y, antes de eso, escritor y editor de la revista Big Issue. Su primera novela, ‘Los relojes de esta casa todos dicen horas diferentes’, se publicó en 2017 y recibió bastantes elogios de la crítica.
Brooks ha ambientado imaginativamente su novela de segundo año, ‘The Catchers’, durante la Gran Inundación del Mississippi de 1927. También entreteje la creciente popularidad de la “música montañesa” en ese momento. Durante la década de 1920, varias compañías discográficas, como Victor Talking Machine Company, Columbia, OKeh y Brunswick, comenzaron a grabar y vender música hillbilly. La invención de un torno de grabación impulsado por peso permitió a los captadores de canciones aventurarse en los Apalaches para llevar a cabo sesiones de grabación de ubicaciones. Los captadores de canciones se vieron impulsados a encontrar la siguiente canción, el pez gordo, que sería regrabada en Nueva York y vendida a granel.
Sin revelar demasiado, John Coughlin es uno de esos cantantes que trabajan para la compañía ficticia Humpty Records. Ya ha tenido cierto éxito como receptor. Lo enviarán a los Apalaches, donde se le confiará un torno, para buscar y grabar a los músicos locales de las montañas. Su misión lo lleva a un pequeño pueblo de Tennessee, donde supervisa una sesión de grabación que mejorará aún más su reputación. Aquí ya empiezan a aflorar los primeros signos de explotación y racismo. Desde Sutton, Coughlin se aventura más al sur en busca de gloria. Acostado en una antigua casa de plantación, Coughlin se entera de un guitarrista adolescente negro, Moss Evans, que trabaja con licor de contrabando en el delta del Mississippi. Mientras tanto, el río comienza a desbordarse dramáticamente, erosionando el status quo blanco y sacando a la superficie la discriminación.
A partir de este momento todo se vuelve un poco extraño. Coughlin decide llevarse al intérprete de regreso a Nueva York en lugar de realizar grabaciones. El receptor y la captura se abren camino a través de un viejo sur inestable y en ruinas. Y es en este punto que cualquier empatía que este lector tuviera por los protagonistas principales comenzó a desvanecerse.
Brooks escribe maravillosamente. La visualización del paisaje, el clima, los pueblos y la gente blanca es sencilla. Mientras lees, se reproduce una película en blanco y negro en tu cabeza. Pero la capacidad de Brooks para caracterizar a las personas de color podría no resultar tan cómoda para algunos. Ha realizado una impresionante investigación de antecedentes sobre la inundación de 1927 y el equipo de registro de campo disponible en ese momento. Hay algunos puntos sociales y morales explorados dentro de la ficción. El final deja mucho a la imaginación del lector. Desafortunadamente, hay pocas pistas musicales reales para explorar que ayuden al lector a poner la banda sonora a la historia. Brooks admite que su libro es ficción histórica. Blind Moss Evans quizás sea un personaje compuesto de músicos legendarios como Buddy Moss o Blind Boy Fuller.
Lamentablemente, la música no salta a la vista en las páginas de este libro. Aún así, esta es una buena historia que sería una película épica. La banda sonora elegida sería interesante.